¿Cómo definir objetivos estratégicos?
Es muy común encontrar Organizaciones que cuentan con su Plan Estratégico perfectamente definido y que incluso se encuentre exhibido y declarado en la recepción, en la sala de juntas de la Dirección General, en la intranet, en trípticos, etc., y en muchas de las ocasiones son elementos susceptibles de presumir para auditorías, certificaciones, visitas de stakeholders, entre otros.
Este ejercicio estratégico debería llevarse a efecto cada término de año, ¿cuántas veces se queda solamente en la planeación?, un ejercicio que se realiza con toda la disposición de varios días de inmersión completa por parte de la alta Dirección no llega a cristalizarse porque la traducción hacia los objetivos, metas e indicadores pareciese que se elabora totalmente disociada a lo pretendido inicialmente o ni siquiera llega a estas instancias.
De aquí la importancia de establecer correctamente las líneas del camino (objetivos) para poder llegar al puerto elegido. Por lo anterior, para realizar el vínculo correcto entre la estrategia, la definición de objetivos y el acercamiento a nuestra visión de futuro es importante considerar varias recomendaciones:
1. Determinar nuestros Objetivos Generales o Estratégicos evitando la comparación con los de la competencia, ya que a pesar de estar en la misma industria no nos parecemos en estructura, cultura, filosofía, ADN, etc. Entendiendo que cada organización es particular.
2. Considerar el modelo de Balanced Scorecard, el cual permite el alineamiento de cuatro perspectivas: financiero, clientes, procesos, aprendizaje y crecimiento. No vamos a adentrarnos en el tema, el cuál desarrollaremos en otra ocasión. Lo importante en este punto es que se identifiquen todos los objetivos de la empresa y se clasifiquen dentro de
estas perspectivas, observando que la distribución de dichos objetivos sea equitativa y en caso de no ser así, tomar las debidas consideraciones.
Una recomendación para el establecimiento de los objetivos estratégicos en estas cuatro perspectivas es hacerse las siguientes preguntas:
3. Redactar correctamente los Objetivos, la forma más sencilla de construirlos es: Verbo + Adjetivo + Sustantivo. Si los creamos de esta forma crearemos una declaración de acción.
Un ejemplo podría ser:
Incrementar la cartera de clientes en regiones poco atendidas.
4. Clarificar las Acciones a realizar en cada Objetivo, ayudará a que todas las personas entiendan lo que se quiere lograr, sobre todo de aquellas que son las responsables de operarlos y alcanzarlos. Un ejemplo sería:
Acciones:
Desarrollaremos una campaña persona a persona, ofreciendo atractivos incentivos para que se afilien al programa y puedan ver resultados a corto plazo.
Objetivo:
Incrementar la cartera de clientes en regiones poco atendidas.
5. Como Conclusión, es importante fortalecer lo arriba mencionado con algunas precisiones que muchas veces malinterpretamos al momento de implementar objetivos:
- Contar con un máximo de 5 objetivos generales y no más de 3 por puesto, a efecto de que el personal se centre en las acciones esenciales para alcanzar la visión de negocio (muchos objetivos en un puesto no es necesariamente sinónimo de mayor responsabilidad).
- Estandarizar la estructura, redacción y forma para que se entiendan fácilmente y estén en lo posible libres de interpretación.
- Siempre iniciar con un verbo y considerar un sustantivo.
- Difundir, preparar y sensibilizar a todo el personal para que, al momento de interactuar, todos posean el mismo nivel de lenguaje y conocimiento, esto facilitará y acortará la brecha para que los esfuerzos efectivamente se enfoquen en el logro y no en lo que se pretendía.
Sin duda, establecer objetivos es un arte y para eso existen profesionales que pueden apoyarte en su diseño, desarrollo e implementación. En S.H. DE MÉXICO contamos con el talento y experiencia para apoyarte en plantear correctamente los objetivos e indicadores, contribuyendo a lograr las metas que reten el futuro de tu Organización.